En una de muchas oportunidades, tuve el privilegio de embarcarme en una hermosa oportunidad de aprendizaje al darle vida al diseño de esta escultura. Este colibrí está construido en su totalidad con un sistema de arcos y un tejido con reglas de bambú (guadua angustifolia) que conforman su piel. Algunas de las piezas que componen la escultura, se prefabricaron para luego hacer el debido montaje y ensamblaje en sitio, lo que significó un interesante reto. A pesar de algunas dudas iniciales, este proyecto se convirtió en una experiencia transformadora que además de ampliar mis habilidades técnicas, nos abrió puertas a nuevos proyectos y oportunidades. Hoy es testimonio de lo inspirador y generoso que es el bambú y que me da la oportunidad de hacer arte a través de este.