Este proyecto emerge como un monumento a la arquitectura orgánica con bambú en Colombia. La construcción de esta casa de pensamiento, desafiante desde su inicio, se llevó a cabo haciendo uso de técnicas manuales y tradicionales, lo que implicó enfrentar obstáculos considerables debido a la escala del proyecto. Después de un tiempo fuera de Colombia, tuve el honor de ser invitado a participar en la construcción de este templo que se convirtió en una experiencia profundamente enriquecedora y que me permitió compartir conocimientos, al mismo tiempo que aprendí de las personas locales interesadas en las técnicas de construcción con bambú. El proyecto fue ideado por la Fundación Organizmo, y diseñado por Jaime Peña Studio. Este templo está inspirado en la geometría del Toroide, que se destaca como un ejemplo por su diseño innovador, que fusiona arcos y una piel tejida con latas de guadua, lo que le otorga una estética única y capacidades estructurales excepcionales. Uno a uno, se levantaron los 20 arcos de casi 8 metros de altura que componen el esqueleto. Esta operación se realizó con la ayuda de estructuras provisionales hechas de bambú guadua previamente dimensionadas y las manos de quienes pusieron todo su amor y dedicación en esta estructura. La distribución del tejido de bambú se ejecutó con mucha precisión geométrica, al utilizar marcadores y cuadrantes para verificar la corrección de cada paso, lo que aseguró que la estructura final fuera estable, resistente y con la belleza arquitectónica que la caracteriza. El proyecto representa un profundo compromiso con la preservación de los saberes y las tradiciones locales, y es un símbolo de innovación y sostenibilidad en Colombia, un testimonio de la capacidad humana para fusionar la innovación con la sabiduría ancestral, lo que crea un monumento que trasciende el tiempo y el espacio y que invita a reflexionar sobre el poder transformador de la arquitectura en armonía con la naturaleza.